El Parpusa «MV Serapide»

 

En 2007 nos dirigimos Inma y yo, Sergi, con el soporte del Centro de buceo Hespérides de Cartagena a entrenar buceo profundo en unos de los bajos que aparecen diseminados por el litoral de Cartagena. Convencidos sin duda, de que los que habían confeccionado las cartas náuticas oficiales, no podían haberse equivocado.

Mi sorpresa surge cuando descendemos a los 54m de profundidad que se supone hemos fondeado, tanto por las cartas náuticas como por la sonda gráfica de la embarcación, que efectivamente ha marcado una señal ascendente desde -96m hasta -52m.

Alcnzando los -65m seguimos descendiendo en un azul penetrante sin rastro alguno de suelo, de una simple piedra del bajo. Cuando alcanzamos los -70m aparece en medio de la nada, una punta de mástil, ¡un palo!.

Me giro y se lo indico a Inma que me sigue apresurada, y penetramos a lo que en mi imaginación se convertido rápidamente en el pecio de un Clipper del siglo XIX.

La masa enorme y oscura de peces es tal, que nos impide la visión del pecio, y cuando señalamos con nuestros focos en ráfagas, la mola de pescado se espanta y nos ofrece una fascinante imagen de un mercante en posición de navegación, con un puente de mando intacto y el mástil principal erecto, apuntando a un cielo imaginario.

La cubierta llena de enormes langostas y morenas, bodegas vacías y un puente plagado de moluscos que ocultan la identidad de este derrelicto. E iniciamos el ascenso por el palo, que abandonamos en la primera parada profunda. Los ojos de Inma frente a mi en la larga descompresión a la deriva, lo dicen todo.

Una experiencia IMPRESIONANTE.

Luego, tuvimos que soportar un largo tiempo en superficie, a la deriva, hasta que un yate inglés en ruta a Baleares desde Gibraltar nos localizó, y pudo llamara a nuestra embarcación. El pecio había sido tan intenso que no pudimos por menos que perdernos en alta mar haciendo la deco a la deriva.

Al final de este texto, tenemos 2 vídeos de éste magnífico pecio que reposa en -96m, hundido en fechas posteriores a 1945 y del que se desconocen más datos hasta 2019, casi 112 años más tarde. Un auténtico misterio de un pecio en aguas de Franco que nadie ha conocido hasta Octubre de 2019, cuando Josep Mª Castellví, amigo y excelente investigador, consiguió identificar de que tipo de nave se trata, mediante la identificación de la figura del croquis que Sergi realizó en su primera inmersión y una foto relacionada con otra historia.

Y aquí empieza la nueva historia sumergida y conocida de este magnífico pecio: el «MV SERAPIDE». Y en este enlace tenemos el relato de su historia real (descarga en pdf)

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